En un encuentro que se realizó en la ciudad de Rustenburgo se enfrentaron dos de las selecciones más parejas del mundial, Eslovaquia la debutante, y Nueva Zelanda la desconocida. En un choque “exotico” en el que ambos equipos plantaron un juego a ras de piso con pases rápidos y atractivo a la vista.
La oncena de Nueva Zelanda salió sin complejos y con un tridente ofensivo con el que colocó en apuros en más de una oportunidad a su rival. Tanto así, que ya en el minuto dos, ChirsKillen se perdía la primera ocasión de gol.
Con el pasar de los minutos, Eslovaquia se iba asentando más en el terreno y consiguiendo mayor efectividad en disparos dentro de los tres postes, pero la fortuna no estuvo de su lado, tanto así, que ni las malas salidas del portero Paston le permitirían batir las redes.
Ya para el segundo tiempo la representación eslovaca colocó toda la carne en el asador y salió a buscar el encuentro, formula que le resultó, ya que al minuto 50 de juego con un Centro de Sestak desde la derecha a la espalda de los centrales, permitió que Vittek cabeceara y marcara el tanto.
Este choque no dejó nada a la imaginación, y cual final de película de suspenso, en el minuto 93 Nueva Zelanda dio el zarpazo final. Y con centro desde la izquierda de Smeltz al corazón del área apareció Reid para cabecear de manera magistral y poner el uno a uno, que hizo vibrar a todo el público neozelandésasistente.
Como dato curioso del choque, se rescata la posesión del balón, ya que en pocas ocasiones se ve que ambos conjuntos tengan un 50% de la misma, esto habla de lo parejo del encuentro y el nivel de los equipos.
jUAN Alberto Pava
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